lunes, 2 de mayo de 2011

DIAGNOSTICO DE LA EDUCACION NORMAL EN JALISCO

En esta lectura la autora Silvia Ayala Rubio sitúa su estudio en un tiempo histórico que abarca desde los años treinta hasta fines de la década de los ochenta de este siglo y ellos obedece a que el país vivía en una relativa estabilidad, lo que permite apreciar mejor los cambios y transformaciones que según cita la autora, ocurren en forma lenta y apenas perceptible en el ámbito educativo, motivo de su estudio.
En Jalisco se optó por  centrar el análisis en una de sus parcelas: la educación normal. Es necesario subrayar que la problemática de la educación normal estatal no se ha estudiado en forma global o en paquete, sino que se ha venido trabajando a través de los siguientes indicadores: composición social, expansión educativa, relaciones de poder, complejo burocrático administrativo y prácticas académicas.
La educación normal en la entidad, al igual que en otras regiones del país, tiene su origen en el siglo XIX. El primero de noviembre de 1892, el congreso local expide el decreto 573, que determina la fundación de la escuela normal para profesores bajo el control del gobierno del estado, esta persistió hasta 1925, este año fue sin duda fundamental para la educación en Jalisco, ya que el entonces gobernador José Guadalupe Zuno reabre la universidad de Guadalajara y acuerda incorporar la Escuela Normal Mixta a la propia universidad. Por consiguiente en ambas instancias educativas, se llevaron a cabo acciones tendientes a obtener una enseñanza más pragmática, abierta y  libre de fanatismos religiosos.
Una década más tarde en 1934, durante lo que denomino el Cardenismo, el gobernador Sebastián Allende, dispuso la separación de la Universidad de la Escuela Normal para Profesores, con la justificación de que durante el tiempo que habían permanecido unidas, había una disparidad de criterios y de orientación entre la enseñanza que se impartía en la Normal y el trabajo que se efectuaba en las escuelas.
En el periodo de 1953 a 1958, que corresponde al gobierno de Agustín Yáñez, se fundaron tres de las normales confesionales, se logra la tasa de egresados normalistas más alta y se fundan 80 escuelas primarias de carácter no oficial.
En la etapa de 1940 a 1987, la educación normal ha tenido un mayor peso, ha egresado de sus 19 aulas el 47.8 % de los profesores, el  31.2 % del sistema federal y el 20.8% del particular-confesional.
Les comparto una reflexión que encontré en el internet acerca de la dignidad del Maestro…
Aquellos que llevan la digna labor de enseñar son los maestros.

Ellos construyen, moldean, cimientan, siembran y conducen los conocimientos fundamentales para el futuro de los niños y adolescentes.

Ser maestro no es nada más cubrir un horario de trabajo, ni cumplir con los contenidos del programa escolar. Es ir más allá, ¡Formar gente provechosa y exitosa!.

Ser maestro es pulir, cincelar y diseñar con paciencia y tolerancia las habilidades de cada alumno. Haciendo con ello una obra de arte universal.

La dignidad del maestro es mantener su ética profesional y responsable en bienestar de su propia actitud personal y educativa.

La dignidad del maestro se cultiva, se abona, se alimenta, se enriquece y se valora, con sus propias acciones.

Por su gran valor, la dignidad del maestro se fomenta día a día con el ejemplo innegable.

La dignidad del maestro es un regalo para la sociedad, es un estímulo para las familias, es una bendición para los alumnos ¡Es un triunfo para sí mismo!.

Maestro, Maestra:¡Cuida esa dignidad que tu propia profesión te ha heredado!.

¡Sé un buen Maestro(a) ¡

Autor: Profr. Juan Ricardo Barahona Guillermo



1 comentario:

  1. Si, definitivamente vamos muy bien, su nálisis está muy bien; mi pregunta es, usted cree que es cierto que los maestros estamos devaluados?
    saludos.

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